Localizada a 10 minutos de Mérida, esta finca, con una superficie de 21 ha, está ocupada por cultivo de espárrago y hortícolas. Su suelo, de textura limo arenosa, resulta idóneo para estos cultivos.
Está ubicada en un entorno idílico, muy cerca de la ribera del Guadiana, donde la vegetación natural alberga una gran diversidad de fauna.
En el interior de la finca, a lo largo de todo el perímetro de la plantación de espárrago, se han implantado setos de bajo porte, compuestos por plantas aromáticas bajas: romero, lavanda, salvia, santolina y tomillo; con éstos, se intenta favorecer la interacción de los insectos y así controlar las plagas perjudiciales, manteniendo un equilibrio natural.